¿Para qué quiere un seguro de vida una persona soltera y sin hijos?

Cierto es que una póliza de vida es una opción muy importante para proteger a los hijos y a la pareja en caso de que al asegurado le suceda algo. Pero, ¿eso significa entonces que no es necesaria si no tienes familia? Pues la necesita tanto o más. Si lo dudas, lee las razones que responden a la pregunta de para qué quiere un seguro de vida una persona soltera y sin hijos. De hecho, un estudio de la Unión Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras (UNESPA) sobre los años anteriores a la pandemia, señala que el número de solteros y casados que contratan un seguro de vida es muy similar.

 

Razones por las que contratar un seguro de vida siempre es una buena opción

1.- Protegerte ante una incapacidad o invalidez

Vivir solo y no depender de nadie es uno de los mandatarios de un soltero. Pero, ¿qué pasa si te ocurre algo y no puedes seguir trabajando?

Con una póliza de vida, podrás salvaguardar tu futuro y anticiparte a esta situación. La indemnización que recibas del seguro de vida podrá cubrir tus gastos durante varios años y permitirte seguir siendo completamente independiente económicamente. Así, con el capital recibido, se podrán pagar no solo los gastos diarios que ya tenías, también los gastos médicos provocados por tu nueva situación y la ayuda que precises.

 

2.- No dejar deudas a tus seres queridos

Si fallecemos, las deudas permanecen y los acreedores las cobrarán, sea como sea; es decir, recurriendo a tus familiares directos que han podido ser fiadores en la concesión de un préstamo, por ejemplo. Porque no tienes hijos, pero sí padres o hermanos a los que dejarías problemas.

Si tienes un patrimonio, los acreedores se quedarán con cualquier activo con la que puedan cobrarse la deuda que dejaste. Por eso, con o sin fiador, un seguro de vida se convierte en un importante recurso para pagar las deudas.

Además, no tener descendencia no significa que no tengas padres ancianos o algún hermano discapacitado que dependan de tus ingresos. Un seguro de vida podrá darte la tranquilidad de que dejarás algún recurso económico para protegerles económicamente si tú no puedes.

 

3.- Nada de problemas para tus allegados

Aun cuando vivas completamente solo, no tengas familia arriba o debajo de ti, estés libre de deudas y tampoco tengas un negocio, de todas formas algún conocido tuyo debe pagar tus gastos funerarios, si pasara lo peor. Una póliza de seguro de vida de 10.000 euros puede ser suficiente para cubrir estos gastos.

4.-  Tu empresa a salvo (en caso de tener tu propio negocio)

Si eres tu propio jefe y has logrado sacar tu negocio adelante con mucho esfuerzo, es lógico que no quieres que se hunda porque sufras una incapacidad o enfermedad que te impida estar al pie del cañón. Y la cosa se complica si falleces, tanto si eres el único trabajador de tu empresa, como si tienes gente asalariada que depende de ti o formas parte de una sociedad empresarial con otros socios.

Es importante dejar atado quién se hará cargo del negocio o de tu parte en el caso de que fallezcas y un seguro de vida ayudaría y mucho en la transición.

Qué coberturas necesita una persona soltera

Está claro que la póliza de vida es un producto muy aconsejable para personas independientes, incluso si viven solas y no tienen a nadie a su cargo.  Hay que tener en cuenta que la garantía principal es la del fallecimiento, pero a esta se pueden asociar otras coberturas para disfrutar de mayor protección, según las necesidades personales.

Esto significa que una persona soltera debería asociar a su seguro de vida:

1.- Seguro de vida con incapacidad

La importancia de contratar esta garantía se multiplica en el caso de ser soltero y depender por completo de ingresos propios. Permite asegurar el futuro del asegurado que cobra una indemnización en el caso de que, por una enfermedad o por un accidente, no pueda volver a desempeñar su trabajo habitual o ningún tipo de trabajo.

Las indemnizaciones de los seguros se basan en las incapacidades que estipula el Instituto Nacional de Seguridad Social (INSS), ligadas al grado de discapacidad reconocida.

De esta forma, es posible obtener también la indemnización del seguro de vida en caso de sufrir un accidente o enfermedad que ya no te permita:

  • Trabajar en tu profesión habitual (incapacidad total para la profesión habitual).
  • Trabajar en toda profesión u oficio (incapacidad permanente absoluta).

 

2.- Protección en caso de Incapacidad Permanente Absoluta,  Total o Profesional y la protección para enfermedades graves

En este último caso, titular de esta póliza recibirá una indemnización para ayudarle a cubrir los cuantiosos gastos a los que tendrá que hacer frente si sufre una enfermedad grave. Las enfermedades incluidas están especificadas en las coberturas, y normalmente son algunos tipos de cáncer y cardiopatías.

 

3.- Pólizas específicas para la salud de la mujer

Cubren dolencias solo femeninas, como el cáncer de cuello de útero o de mama. Pueden asociarse a las garantías de incapacidad permanente y absoluta, lo que permite garantizar el futuro de la asegurada, si por otra enfermedad o un accidente, no puede continuar trabajando. Es  importante para que una mujer soltera no pierda su independencia.

A día de hoy, el INSS está reconociendo más incapacidades profesionales que absolutas, lo que implica pensiones más bajas. De ahí que cada vez más personas contraten un seguro de vida con incapacidad laboral profesional, para poder compensar la pérdida de poder adquisitivo que este reconocimiento suele suponer.

Los beneficios de un seguro de vida con invalidez o incapacidad laboral están sobradamente probados.

Ampliar la cobertura con esta opción supone un incremento pequeño de la póliza  del seguro de vida y hoy en día parece imprescindible. Cuando un trabajador no puede volver a su puesto pero sí podría trabajar en otro sector y empleo que se ajustara a sus nuevas condiciones, recibe una pensión de la Seguridad Social de un 55 % de la base reguladora. El seguro de vida complementaría a esta cantidad para poder hacer frente a los gastos, al menos hasta que el asegurado se adapte a su nueva situación. En este completo artículo tienes más información.

 

4.- Seguro de vida para la hipoteca

Es igual que un seguro de vida tradicional. Solo cambia quién recibe la indemnización: el banco. Puesto que su objetivo es proteger el pago de la vivienda al banco, estas pólizas suelen contratarse por el capital del préstamo y durante el tiempo que dura.

Este producto sirve para pagar el capital pendiente de amortizar en el caso de que fallecer y nos asegura pagar las primas pendientes de la hipoteca en caso de quedarnos en el paro o sufrir una incapacidad laboral.

En principio puede parecer interesante, sobre todo para una persona sin familiares directos. Pero no tiene por qué ser la mejor opción, sobre todo si el banco que concede el préstamo obliga a contratarlo con él para concedértelo. Se trata de una mala práctica que ya está siendo denunciada. La Ley 5/2019, de 15 de marzo, reguladora de los contratos de crédito inmobiliario, señala que los contratos se pueden firmar con quien se desee y la entidad bancaria no puede obligarte para conceder una hipoteca.

Según la Asociación de Usuarios Financieros el precio de estos seguros es entre un 60% y un 300% más caro que el mismo producto buscado por el cliente en el mercado libre. Pero hay más.

En un seguro de vida tradicional, el tomador de la póliza elige quién quiere que reciba el dinero de la indemnización en caso de muerte o incapacidad total absoluta. Es decir; el beneficiario puede elegir qué hacer con el capital recibido y entre esas cosas puede estar pagar la hipoteca. Sin embargo, en el caso de un seguro asociado al préstamo, si se produce la muerte o incapacidad del asegurado, ese dinero sirve para amortizar la cantidad pendiente.

 

Aunque el seguro asociado a la hipoteca y el seguro de vida tradicional sirven  para proteger tu patrimonio y el de tu familia en caso de que te suceda algo, lo más adecuado pasa por contratar los dos o, en caso de no ser posible económicamente, un seguro de vida con capital suficiente.

 

En este artículo encontrarás más información sobre  las diferencias hay entre un seguro de vida y un seguro de amortización de préstamo?

 

¿Qué capital debe asegurar un soltero?

Al contratar un seguro de vida, una de las decisiones más importantes es la elección del capital asegurado. La cantidad de dinero que elijas será lo que luego recibas en caso de que se produzca un siniestro y quedes incapacitado de forma permanente o reciban tus beneficiarios si falleces.

En principio, hay que calcular los gastos mensuales que se tienen, el capital pendiente de la hipoteca y el resto de préstamos pendientes, los ahorros con los que se cuentan así como una cantidad para imprevistos. La idea es que la cantidad asegurada cubra este total durante varios años, porque no se sabe cuánto tiempo pasará antes de controlar la nueva situación personal.

 

Aunque cuanto más dinero se asegure, más altas serán las primas, también es cierto que es importante no contratar menos de lo necesario para estar bien protegido por ahorrar unos euros al mes.

 

Si necesitas ayuda a la hora de escoger el capital necesario para salvaguardar tu futuro, te aconsejamos que acudas a un experto en seguros de vida. Y si te asusta la parte económica, en este comparador descubrirás que el precio de un seguro de vida para una persona sola es similar al de una persona casada. Depende sobre todo de su edad y estado de salud.

 

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