La tasa de empleo de madres ha crecido en la última década en España, aunque sigue siendo inferior a la media europea. Además, trabajan más las mujeres sin hijos que aquellas que los han tenido, lo que demuestra que en muchos casos se ven obligadas a abandonar el mercado laboral o pedir una excedencia para ocuparse de los niños. Así que si te preguntas por qué necesitas un seguro de vida aunque te dediques en exclusiva a las labores del hogar, sigue leyendo, también si eres hombre, porque también hay padres que se trabajan en exclusiva cuidando de la familia, aunque el porcentaje es más pequeño.
Dedicación exclusiva al hogar: un pilar fundamental de la economía familiar
De 2012 a 2022, último año del que se dispone de datos, la tasa de empleo de las madres en España ha crecido desde el 59,2% al 70,4%, aunque aún no llega a los 73,5% de la media europea, ni a los 75,6% de las españolas sin hijos que trabajaban fuera de casa en las mismas fechas.
Son datos desprendidos de la publicación del INE «Mujeres y hombres en España», actualizado en junio de 2023. Sin embargo, en los hombres sucede justo lo contrario. Son más los que trabajan con descendencia frente a aquellos que no tienen hijos: un 89,4% de los padres en edad de trabajar tienen un empleo, un porcentaje que baja al 77,9% para los varones sin hijos. Es decir, que tener hijos supone, en muchos casos, un antes y un después a nivel profesional, pero sólo para las mujeres.
La tasa de empleo disminuye aún más cuanto mayor sea el número de hijos: un 72,4% con único niño, 70,1% con dos y desciende hasta el 52% para las mujeres con tres o más hijos.
Y es que aunque el 70,4% de las mujeres con hijos en edad de trabajar tienen un empleo, lo cierto es que en muchos casos empiezan a hacerlo a tiempo parcial tras la maternidad para poder conciliar.
El 24,1% de las mujeres de 24 a 49 años que trabajan a tiempo parcial lo hacen para cuidar a niños o adultos enfermos, frente al 4,7% de los hombres de esa misma edad.
A otras no les sirve con reducir su jornada, de ahí que recurran a las excedencias. Según datos de la Seguridad Social, el número de excedencias por cuidado de familiar en el primer semestre de 2023 ascendió a 24.942, de las cuales el 84,5% son solicitadas por mujeres. Aún así, el número de excedencias ha aumentado de media un 45,5% respecto al mismo periodo del ejercicio 2022. No obstante, la cifra se sitúa en niveles similares a los de los años previos a la pandemia.
Seguro de vida: una protección imprescindible para toda la familia
Esta elección de quedarse en casa y ocuparse de cuidar a la familia, es un valioso trabajo no remunerado que ahorra mucho dinero a la unidad familiar y que procura la mejor de las atenciones. Un papel que como se puede comprobar sigue recayendo sobre todo en la mujer, aunque afortunadamente los hombres comienzan a asumir el rol, poco a poco.
¿Qué pasaría si ocurriera una desgracia y el cuidador no pudiera ocuparse de la casa? La familia se quedaría desprotegida y vería mermados sus ingresos, ya que debería contratar a alguien que se ocupara del hogar, además de los gastos que implicarían los cuidados del progenitor, en caso de que sufriera una enfermedad grave o una incapacidad.
Todo el mundo necesita un seguro de vida, y también las amas o amos de casa. Un seguro de vida protege al miembro de la pareja que aporta un sueldo, imprescindible para hacer frente a la hipoteca, a los plazos del coche, a los seguros médicos, a la cesta de la compra, el colegio de los niños… En caso de fallecer, indemniza a los beneficiarios con el importe contratado en la póliza. También es muy aconsejable contratar garantías complementarias para cobrar esa indemnización en caso de que el titular sufra una invalidez o una enfermedad grave que le impida trabajar.
Pero quien se queda en casa también trabaja y desempeña un papel imprescindible. ¿Estaría la familia en condiciones de asumir el gasto extra de contratar a alguien que hiciera todo lo que hace la persona que no aporta un sueldo pero sí una gran carga de trabajo, a cualquier hora del día o de la noche, sin vacaciones y en días festivos si ella no está?
De ahí que deba contar con el mismo seguro de vida y los mismos complementos que el otro progenitor. Su fallecimiento o incapacidad provocaría el mismo desajuste económico. No está libre de sufrir una enfermedad grave o incluso un accidente de coche, teniendo en cuenta que suele ser el padre que se queda en casa quien se convierte en chófer de sus hijos.
Además, las amas de casa sufren muchos problemas de salud asociados al trabajo que desempeñan, tales como trastornos por estrés acumulado, accidentes, dolores por actividades repetitivas, carga física y mental, ansiedad, depresión…
Ser ama o amo de casa es un trabajo 24 horas
El valor del trabajo doméstico está por encima de los 426.372 millones de euros, más del 40,77% del PIB. Son cálculos del Observatorio Social de la Caixa, calculando el tiempo que los miembros del hogar invierten en las tareas domésticas y multiplicando este tiempo por el salario neto que se pagaría a una persona externa por hacerlas.
Cuando alguien fallece, los gastos se multiplican en los primeros meses. Paradójicamente, Hacienda no entiende que sufrimos una merma en nuestro patrimonio, sino todo lo contrario: considera que hemos heredado la parte del fallecido y que tenemos que pagar los correspondientes impuestos. El seguro de vida ayuda a pagar los gastos del sepelio, a liquidar la hipoteca si fuera necesario, y hacer frente a los gastos habituales del día a día, además de hacer frente a los estudios de los hijos y sus necesidades.
Porque no basta con pensar en el bienestar de las personas que queremos. Imagina que tú no solo no puedes ocuparte de tus hijos, sino que necesitas que alguien se ocupe de ti. No queremos ponernos en lo peor, pero estas cosas ocurren, y no siempre es a los demás. Pues una ama de casa no tiene derecho a una pensión por invalidez. Incluso puede ser que el sistema público de salud no cubra ni siquiera su atención si la persona que no trabaja no ha cotizado nunca a la Seguridad Social.
La persona que se queda en casa cuidando de la familia debe contratar un seguro de vida, de manera que las personas que dependen de su trabajo tengan cubierta la atención.
Pero también la invalidez, la asistencia personal y familiar mientras dure un tratamiento oncológico en caso de sufrir una enfermedad grave, la indemnización por fallecimiento del cónyuge, los accidentes en el hogar…
Si te has visto reflejado o reflejada en este artículo y quieres contratar un seguro de vida para ti, comprueba lo sencillo que resulta hacerlo en nuestro comparador de seguros. Y si no tienes claro qué necesitas, puedes contactar de manera gratuita con un asesor experto en el tema, en los teléfonos 91 218 21 86 y 932 990 4. ¿Ya tienes claro por qué necesitas un seguro de vida aunque te dediques en exclusiva a las labores de tu hogar?